“El atuendo en las transmisiones (...) y todas las imágenes de perfil / canal deben ser apropiadas para una calle, un centro comercial o un restaurante.” El anterior mensaje podría estar incluido en el código de vestimenta de una cadena generalista como La Sexta, Cuatro, Telecinco o Cero. Pero no, estamos hablando de una actualización que ha publicado Twitch en su blog oficial.
Las “boob streamers”, señaladas pero no mencionadas
El motivo de este volantazo de Twitch está provocado por las críticas que algunos usuarios han arrojado sobre las conocidas como “boob streamers”. Las acusan de utilizar su indumentaria (o ausencia de) para generar ingresos a través de likes y seguidores. ¿Estamos ante un nuevo caso de discriminación sexista como ha ocurrido tantas veces en otras aplicaciones como Instagram? Ya sabes, puedes enseñar pezones si eres varón pero no si eres mujer.
“Elephant in the room” es la expresión que usan en el mundo anglosajón para referirse a esas situaciones en las que hay un tema un poco tabú (o directamente marronero) que flota en el aire pero es complicado de tratar. Twitch tenía su elefante en sujetador y ha tirado por el camino del medio: si quieres seguir en su servicio de streaming, vístete como si fueras al Pachá o de público a ‘La ruleta de la suerte’.
“Estas son mis reglas y si no te gustan… tampoco puedes hablar de ellas”
Twitch no se ha quedado sólo en cambiar y ampliar su política, en un doble combo mortal ha incluido la siguiente línea: “no toleraremos usar esta política como base para hostigar las transmisiones en serie desde o hacia Twitch, independientemente de si cree que están infringiendo esta regla". Es decir, el servicio de streaming te pide que te vistas como un domingo de misa y además no va a tolerar ni una queja. ¿Y ahora qué hacemos, súper? ¿Nos matamos?